1. El estrés por encontrar ropa para las fiestas que sea bonita y barata. 

Parece una tontería pero esta tarea nos roba mucho tiempo, después de estar 300.000 horas de escaparate en escaparate nada es suficiente y acabas comprandote el primer vestido que habías visto y te da hasta rabia. ¿No os ha pasado?

2.  Encontrar un regalo chulo y no muy caro para tu amigo invisible

Si te toca alguien conocido ningún problema pero... ¿Si te toca alguien con el que has entablado dos palabras? Ahí es cuando está el problema, además si ponen un presupuesto de 5 euros que no te da ni pá' pipas. 

3. ¡A la mierda la dieta de todo el año!

La especialista en estas miradas es mi abuela. Sí, está cada dos por tres mirando cuánto como y qué cojo... me da muchísima rabia porqué alomejor mi tío se ha comido toda la bandeja de turrones pero si yo robo un mazapán, esa es su cara. 

7. La cara de imbécil que se te queda cuando abres un regalo que no te gusta

Esta es mi favorita, digamos que soy la versión femenina de Jim Carrey y no sé disimular mis emociones, se me nota enseguida... ya podréis imaginar lo duro que se me hace pues disimular cuando abro un regalo que no me gusta.

8. Las lentejas y el cotecchino que nunca falta en mi mesa



Tradición italiana, allí no hay uvas pero sí lentejas para la buena suerte y como no, el segundo plato de navidad son lentejas cocidas (las odio) y cotecchino una especie de cochinillo (no me gusta la carne de cerdo, y menos así tan rosada). La pizza también es muy típica de Italia pero no he conseguido aún que la añadan en el menú :(


9. LA MÚSICA.



 Empiezan a ponerte tres o cuatro pasodobles en el momento de más motivación de la noche y te apalancas en el sofá de mala manera, haces el intento para bailarlo y pareces un pato mareado al lado de los profesionales del salón (tus abuelos y tu madre). La batalla está perdida.

10. Aparentar ser niña buena



Es bien sabido que para poder aguantar toda la noche tienes que beber aunque sea un poquito, ir con el puntillo y bailar hasta que te revienten los pies, pues bien, yo de 9 a 1 estoy con mis padres cenando, no puedo beber o si lo hago de escondidas y no por mis padres si no por el resto de familiares, llego después a la fiesta con mis amigos y ellos van más ciegos que nadie y yo ahí, serena, aguantando la vela. ¡NO ES JUSTO!


Y por último y no menos importante, cuando crees que todo ha terminado, te dispones a arreglarte e irte con tus amigos y es en ese momento cuando tu abuela le dice a tu madre "¿Vas a dejar salir a la niña así?". Lo siento querida yaya pero este año te va a dar un patatús' pues me voy a calzar una minifalda y un corsé.... jajajajaj

¿HAY ALGO QUE ODIÉIS DE LA NAVIDAD? ¿Qué situación incómoda os gustaría evitar? 

Bromas a parte, la verdad es que son fechas que me gustan mucho porqué veo a toda mi familia reunida (con gritos incluidos). Espero de todo corazón que paséis unas dulces navidades acompañadas de vuestros seres más queridos y que os traigan muchos regalitos, tanto quejarme y seguro que soy la primera debajo el árbol cantando.